Por qué repetimos los mismos errores- Juan David Nasio.
Condiciones para exista un movimiento repetitivo:
1) Ley de lo mismo y lo diferente: Lo mismo nunca se repite idéntico a sí mismo, aunque reconocible como siendo siempre el mismo objeto tendrá aspectos diferentes en momentos y contextos variables.
2) Ley de la presencia y ausencia: Constatación de que algo se ausenta entre dos presencias.
3) Intervención de un observador que enumere la repetición. En el orden simbólico, no solo está constituido por el hombre sino que constituye a este.
La repetición produce un triple efecto benéfico: la conservación de sí, la plenitud personal y la formación de la identidad. Esta es el sentimiento de ser yo mismo, consolidado por todas las repeticiones que opero en mi vida. Es el ser, el ideal que a lo largo de los años perdura y se afirma como una parte de mí mismo.
El recuerdo del pasado es el fruto de una reconstrucción ilusoria, es el resultado de la reinterpretación subjetiva de una realidad antigua y su evocación nunca es fiel.
Lo que repetimos son siempre los actos ligados al amor o ligados a la separación.
- La rememoración es el retorno a la conciencia de un pasado olvidado.
- La repetición sana es el retorno en nuestros comportamientos sanos de un pasado intenso y reprimido.
- La repetición patológica es el retorno compulsivo en nuestros síntomas y comportamientos enfermos de un pasado traumático y reprimido. Se distinguen dos repeticiones: la temporal, que es un salto horizontal en el tiempo que transcurre, y la tópica, que es un salto vertical en el espacio intrapsíquico. Ambas son desencadenadas por alta tensión que domina el inconsciente traumático de forma impetuosa y violenta.
La repetición patológica se exterioriza en una necesidad imperiosa de volver a experimentar la vivencia traumática en un síntoma recurrente, en un comportamiento de fracaso repetitivo, en un trastorno obsesivo compulsivo, en un comportamiento adictivo, en un paso al acto peligroso o, también, en una perversión sexual.
Es importante distinguir repetición operada por las pulsiones de vida ( de autoconservación y sexuales) y la operada por las pulsiones de muerte (de agresión y autoagresión). Estas corresponden a las dos categorías de la repetición (la sana y patológica). Las pulsiones de vida traen al presente un pasado intenso pero no traumático reproducido en un comportamiento feliz. Las pulsiones de muerte traen al presente un pasado, más que intenso, traumático reproducido en el presente a través de un comportamiento desdichado.
EN EL FONDO, CADA UNO DE NOSOTROS, GRAVITA ALREDEDOR DE DOS O TRES HERIDAS, A MENUDO ABIERTAS EN LA INFANCIA O EN LA ADOLESCENCIA, QUE SE HAN CONVERTIDO EN ESPINAS CLAVADAS EN EL CORAZÓN.
LO ESENCIAL ES SUSCITAR LA EMOCIÓN EN UN PACIENTE QUE RECIBE LA PALABRA DEL PSICOANALISTA COMO SI FUERA LA SUYA PROPIA, COMO SI EL PACIENTE SE DIRIGIERA A SÍ MISMO, COMO SI SU CONCIENCIA RECIBIERA EL MENSAJE DE SU PROPIO INCONSCIENTE.
Un acontecimiento olvidado puede emerger a la conciencia como un recuerdo. En el caso en que el acontecimiento ha sido, más que olvidado, enérgicamente reprimido, resurgirá como una emoción o un comportamiento que el sujeto tiene sin saber que está poniendo en acto lo que tenía reprimido. En lugar de acordarse, actúa su pasado reprimido.
QUIEN NO CONOCE SU PASADO ESTÁ CONDENADO A VERLO RETORNAR ENCARNADO EN UN COMPORTAMIENTO IMPULSIVO O DE FRACASO.
La persona que no conoce el origen de su sufrimiento está condenada a verlo repetirse. E inversamente: conocer el origen del propio sufrimiento es el único remedio para frenar su repetición. Lo que no ha sido interpretado y continúa siendo desconocido siempre retorna.
Si hubo traumatismo, es porque el sujeto, en lugar de angustiarse en aquel momento, quedó paralizado de espanto, pasmado. Querer revivir el traumatismo es pues tratar de reemplazar el pavor paralizante de ayer por la angustia de hoy, la actitud pasiva de la víctima de ayer por la activa del angustiado de hoy. Como si la persona traumatizada reprodujera incansablemente la escena traumática para completarla, rectificarla y dominarla.
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