Teoría del conocimiento- Hessen

Por errado que el escepticismo sea, no se le puede negar cierat importancia para el desarrollo  espiritual del individuo y de la humanidad. Es, en cierto modo, un fuego purificador de nuestro espíritu, que limpia este de prejuicios y errores y le empuja a la continua comprobación de sus juicios. 

Mientras el dogmatismo llena a los pensadores e investigadores de una confianza tan bienaventurada como excesiva en la capacidad de la razón humana, el escepticismo mantiene  despierto el sentido de los problemas, hunde el taladrante aguijón de la duda en el pehcoi del filósofo, de suerte que este no se aquieta en las soluciones dadas a los problemas, sino que se afana y lucha continuamente por nuevas y más hondas soluciones.

Una verdad que no sea universalmente válida representa un sinsentido. La validez universal de la verdad está fundada en la escencia de la misma. La verdad significa la concordancia del juicio con la realidad objetiva. Si existe esta concordancia, no tiene sentido limitarla a un número determinado de individuos.

El criticismo examina todas las afirmaciones de la razón humana y no acepta nada despreocupadamente. Dondequiera pregunta por los motivos y pide cuentas a la razón humana. Su conducta no es dogmática ni escéptica sino reflexiva y crítica. Es un término medio entre la temeridad dogmática y la desesperación escéptica.

Mientras el racionalismo se deja llevar por una idea determinada, por un ideal de conocimiento, el empirismo parte de los hechos concretos.

Por medio de los sentidos obtenemos imágenes perceptivas de los objetos concretos. En estas imágenes sensibles se halla contenida la esencia general, la idea de la cosa. Solo es menester extraerla. Esto tiene lugar por la obrade una facultad especial de la razón humana, el entendimiento real o agente.

El intelectualismo se acerca al empirismo; el apriorismo al racionalismo. El intelectualismoo deriva los conceptos de la experiencia, mientras que el apriorismo rechaza esta derivación y refiere el factor racional, no a la experiencia, sino a la razón.

Cuando el racionalismo lo deriva todo del pensamiento y el empirismo todo de la experiencia, es menester acudir a los resultados de la psicología, que ha demostrado que el conocimiento humano es un cruce de contenidos de conciencia intuitivos, y no intuitivos, un producto del facyor racional y el factor empírico.

A priori no significa lo que es lógicamente necesario , sino aquello que hace posible la experiencia, esto es, el conocimiento de la realidad empírica o el conocimiento propio de las ciencias reales. Uno de estos supuestos generales de todo conocimiento propio de las ciencia reales es el principio de causalidad. Este principio dice que todo proceso tiene una causa. Solo haciendo este supuesto podemos llegar a obtener conocimiento en la esfera de las ciencias reales. Sería imposible establecer leyes generales en la ciencia de la naturaleza, si no supiéramos que en la naturaleza reinan la regularidad, el orden y la conexión.

La idea central del objetivismo reside en que los objetos son algo dado, algo que presenta una estructura totalmente definida, estructura que es reconstruida por la conciencia cognoscente.

La materia solo presenta propiedades espacio-temporales y cuantitativas, mientras que todas la demás propiedades deben considerarse como subjetiva, tales como los colores, los sonidos, los olores, los sabores, aunque deba suponerse en las cosas elementos objetivos correspondientes a ellas.

El sujeto y el objeto, el pensamiento y el ser, la conciencia y las cosas, solo aparentemente son una dualidad: en realidad son una unidad. Son los dos aspectos de una misma realidad. lo que se presenta a la mirada empírica como una dualidad es para el conocimiento metafísico, que llega  a la escencia, una unidad.

Los valores estéticos no pueden percibirse intelectual ni discursivamente sino solo emocional e intuitivamente. Es cierta la sentencia del poeta: "Si no lo sientes, es inutil que lo quieras alcanzar".

Mientras que los accidentes no existen por sí, sino siempre en otro objeto, las sustancias existen en sí, poseen un ser independiente, y por eso pueden ser a asu vez sustentáculos de los accidentes. 

la posición epistemológica adoptada en principio es naturalmente decisiva para concepción lógica y epistemologíca  de la categoría de sustancia. Para el idealismo subjetivo, la sustancia es solamente una representación en nosotros, un contenido de conciencia. para el idelaismo lógico, significa una pura relación lógica: la relación mutua entre las notas de un concepto. El concepto de función matemática reemplaza al concepto de sustancia. Para el fenomenalismo, la sustancia es una forma del pensamiento, una forma sintética de nuestro entendimiento, mediante la cual este introduce elmorden y la conexión en el caos de las sensaciones. Finalmente, para el realismo, la sustancia representa una realidad metafísica objetiva o independiente de la conciencia cognoscente.

La experiencia interna es la que nos sirve de modelo, tanto para la formación del concepto de sustancia, como para la formación del concepto de causa. Por nuestra vida interior sabemos lo que significa ser sujeto de propiedades, pues nos vivimos a nosotros mismos como sujetos de una vida interior..

El cultivo de la religión solo puede tener lugar por medios religiosos. No nos hacemos religiosos mediante una actitud intelectual, ni mediante las reflexiones filosóficas, ni mediante estudios y lucrubaciones teológicas, sino solo desenvolviendo y desplegando el fondo religioso recibido de dios, quizá menoscabado por una érronea educación y enseñanza religiosa; tratando de afinar y desarrollar, por decirlo así, el órgano religioso. 

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