Los procesos de hominización- H.Vallois, A. Vandel y otros.
Ninguna razón nos permite aceptar, si no es nuestro inmenso orgullo, que el hombre ha alcanzado la cima de la evolución biológica. Más bien el hombre debe presentársenos como una posta en el camino hacia estados cuya imagen nos resulta difícil de imaginar.
El cerebro humano, con la riqueza
de su cortex, implica virtualidades que no posee ninguna especie animal viva.
Durante el largo período paleolítico
de aislamiento parcial, los diferentes tipos humanos tal como lo conocemos hoy
y tal como existieron en el pasado, debieron adquirir sus características
distintivas, genéticas y raciales.
Al regular de alguna forma las
relaciones sexuales y, por lo mismo, las relaciones sociales, la cultura se
sobreimpone al estado de naturaleza, en la que las relaciones sexuales son, por
el contrario, la principal fuerza de cohesión de la sociedad.
El tránsito de una economía
recolectora a una economía cazadora, después a una economía de pastoreo y, por
fin, a una economía plenamente agrícola, con todas las nuevas ideas sobre la
propiedad individual y comunal que la transformación hubo de llevar con ella,
no hubiera podido realizarse sin una cierta reglamentación de las relaciones
entre los sexos y de las relaciones en las familias del interior del grupo.
La diferencia principal entre el
chimpancé y el hombre consiste en la imposibilidad de aquel para formarse
nociones generales sobre un objeto.
El ejemplo de un miembro de la
colectividad con más iniciativa es seguido por los otros miembros y se
transmite a la generación siguiente.
Correlación entre los estadios de
la habilidad instrumental y los estadios probables del desarrollo del lenguaje
de los primitivos.
Existe una diferencia fundamental
entre los signos vocales de los animales y los del hombre, incluso del más
primitivo. Los primeros son siempre instintivos; los del hombre, en principio,
no lo son. Efectivamente, el hombre también emite sonidos sin el control del
cortex cerebral, pero según el estudio de la evolución del lenguaje, esta
modalidad de la actividad vocal carece de importancia.
Las consecuencias del frenesí
industrial no se compensan por un desarrollo correlativo de sabiduría y
prudencia.
Una de las características que
hay que tener en cuenta de las actividades de los es su fugacidad. El instrumento
elegido o modificado para una acción inmediata es en general abandonado o no
tenido a su disposición para una acción posterior.
Es el instrumento permanente lo
que caracteriza a las civilizaciones humanas.
Teóricamente, el hueso ha podido
y debido, esporádicamente, preceder a la piedra: volver contra los animales sus
propias armas de ataque y de defensa ha podido y debido ocurrírsele a los
hombres antiguos. Estos primeros trofeos debieron ser empleados dándole forma
al hueso, tal como a la madera, a la ornamentas y a la piedra bruta, sobre todo
allí donde la piedra utilizable faltaba o escaseaba mucho.
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