Psicología del lenguaje- David W. Carroll
PARTE 1. ASPECTOS GENERALES
El estudio psicológico del lenguaje se denomina
psicolingüística. Esta forma parte de un campo interdisciplinario llamado
ciencia cognitiva. Aborda los procesos mentales que participan en el uso
lingüístico: la comprensión del lenguaje, la producción lingüística y la
adquisición del lenguaje. Básicamente se plantea dos cuestiones: ¿qué
conocimientos lingüísticos debemos poseer para utilizar el lenguaje? y ¿qué
procesos cognitivos se llevan a cabo en el uso habitual del lenguaje? Para
abordar esas cuestiones es necesario distinguir entre el conocimiento tácito (consiste
en saber realizar diferentes acciones) y conocimiento explícito (denota el
conocimiento de los procesos utilizados en esas acciones), y su relación con
mecanismos del procesamiento del lenguaje como el aspecto social, evolutivo, o
las particularidades de los individuos que expresan problemas lingüísticos.
La ciencia cognitiva es el estudio de la cognición de manera
integrada a través de disciplinas teóricas y empíricas, como lo son: Filosofía,
Psicología, Lingüística, Antropología, Neurociencias y Ciencias de la
Computación.
PRINCIPIOS DE LA PSICOLINGÜÍSTICA
Todas las lenguas contienen
oraciones declarativas que expresan sujeto, verbo y objeto. Asimismo, tienen un
orden de palabras predominante, aunque algunas tienen un grado mayor de
flexibilidad que otras. Tras esa amplia diversidad existen modelos comunes.
Propiedades compartidas por las
lenguas del mundo y de importancia psicológica:
-
Doble articulación: En un nivel existen palabras
con significado y en otros elementos carentes de significado que se combinan
para formar palabras según un conjunto sistemático de normas.
-
Morfología: La unidad de significado más pequeña
de una lengua es el morfema. Existen morfemas independientes que funcionan por
sí solos y morfemas dependientes que no son palabras por sí mismas, pero
contribuyen al significado de una palabra.
-
Estructura sintagmática: Secuencias permisibles
de constituyentes en una lengua según normas sintácticas.
-
Productividad lingüística: Capacidad para crear
y comprender disposiciones de palabras. En lugar de almacenar oraciones,
guardamos reglas para crearlas. La recursividad es una propiedad flexible del
uso humano del lenguaje para la producción de oraciones
La gramática es
la descripción del conocimiento lingüístico de una persona.
El
conocimiento completo del lenguaje humano revelará importantes hallazgos sobre
la mente humana.
El
procesamiento del lenguaje es un producto común de principios lingüísticos y
mecanismos psicológicos.
La memoria
sensorial acoge la variedad de sensaciones durante un breve periodo de tiempo,
sin procesarlos ni analizarlos. Preserva esa información el tiempo suficiente
para iniciar un procesamiento más extenso.
La memoria a
corto plazo suele considerarse un depósito pasivo de información, un volumen
limitado en un periodo limitado; mientras que la memoria operativa posee
funciones tanto de almacenamiento como de procesamiento.
La memoria
permanente contiene nuestro conocimiento del mundo, vivencias personales e
información del pasado inactiva. Es de dos tipos: memoria semántica y memoria
episódica. La memoria semántica contiene conocimientos generales, toda la
información no perteneciente a un momento o lugar determinado. Por el
contrario, la memoria episódica retiene huellas de acontecimientos de un
momento y lugar concretos. Ambas interactúan en el procesamiento de la
información, la memoria semántica consiste en una condensación de varias
vivencias. Una señal episódica puede ayudar a recuperar información semántica.
La forma de
interacción de nuestro sistema de procesamiento cognitivo con las estructuras
lingüísticas es uno de los principales temas de estudio de la investigación
psicolingüística.
PARTE II.
COMPRENSIÓN LINGÜÍSTICA
La
representación de las palabras en la memoria permanente es el léxico interno.
Desde el punto
de vista psicológico, las palabras pueden clasificarse en dos grupos: grupo de
clase abierta o “de contenido” (sustantivos, verbos, adjetivos y adverbios) y
palabras de clase cerrada o “funcionales” (determinantes, pronombres,
preposiciones, cojunciones).
Un modelo
mental es una estructura cognitiva que representa un determinado aspecto del
entorno. Este modelo sirve para determinar si la oración es cierta al
compararlo con la evidencia perceptiva.
El sentido y
la referencia son aspectos complementarios del significado. El sentido denota
las relaciones entre palabras de una lengua, mientras que la referencia indica
las relaciones entre una palabra y lo que esta representa en el mundo.
PARTE III
El significado
tiene una posición predominante en el proceso de retención de oraciones.
Si bien los
niños llegan al centro escolar con habilidades en el uso del lenguaje oral y
experiencia con materiales escritos, los procesos de adquisición de la lectura
les exigen identificar las palabras escritas con rapidez, una habilidad
específica de la lectura basada en los procesos metalingüísticos. Para
convertirse en un buen lector es precisa la capacidad de identificar las
palabras automáticamente, lo que permite a los lectores dedicar más recursos a
los procesos de nivel superior, lo cual favorece la comprensión.
Los límites de
adquisición de una segunda lengua son un tanto arbitrarios. Suele pensarse que
existe un período crítico para la adquisición de una segunda lengua y que
adquirirla resulta más difícil después de la pubertad. La mayoría coincide en
que la adquisición de una segunda lengua tiene lugar entre los 5 y 9 años
después de haber adquirido una lengua primaria.
Parece
razonable concluir que la propia lengua nativa proporciona el contexto
necesario para el aprendizaje de una segunda lengua. El grado de transferencia
puede ser mayor en el caso de la fonología que en otros aspectos del lenguaje.
Es probable
que los niños bilingües estén en general más atentos al lenguaje, conciencia
léxica, que aquellos que solo hablan su lengua nativa, considerando los
fenómenos de aquel como subordinados a categorías más generales.
Se presenta
evidencia de que la preparación de la conciencia fonológica en una lengua,
puede favorecer las habilidades de lectura en una segunda lengua. Los bilingües
son más capaces de afrontar tareas que requieren flexibilidad mental o
simbólica. Los aparentes problemas asociados al bilingüismo pueden deberse al
bajo estatus socioeconómico.
Los niños
bilingües muestran una mayor conciencia metalingüística que los que solo hablan
una lengua.
Los niños han
de recibir una exposición al lenguaje en sus primeros años de vida para
desarrollarse con normalidad. La teoría según la cual existe un periodo en esos
primeros años de vida en el que estamos especialmente preparados para adquirir
el lenguaje se conoce como la hipótesis del periodo crítico. El cerebro
experimenta cambios neurológicos, una reorganización importante que merman la
capacidad de adquirir un lenguaje.
Las personas
jóvenes y adultas difieren en cuanto al desarrollo cognitivo y pueden adoptar
estrategias diferentes para acometer la tarea de adquisición de una segunda
lengua. Las personas adultas tienen más conocimientos sobre su lengua nativa,
por lo que pueden experimentar más interferencias que los jóvenes. Además, el
volumen total de práctica realizada por niños y adultos en el aprendizaje de
una segunda lengua también puede influir en gran medida a este respecto.
El adulto que
aprende una segunda lengua se comporta igual que un niño que aprende una
segunda lengua, la única diferencia importante es que, por término medio, el
adulto no llega tan lejos.
La exposición
al lenguaje es vital e influye en el desarrollo, pero también existen otros
factores importantes. Uno de esos factores es la capacidad cognitiva del niño.
Procesos
cognitivos
Un entorno
estructurado solo resulta de utilidad si el niño tiene la capacidad de sacar
provecho de esta estructura.
El hemisferio
izquierdo es más sofisticado que el derecho desde el punto de vista
lingüístico, especialmente en las áreas de procesamiento sintáctico y fonético.
Por su parte, el hemisferio derecho está más capacitado para entender los
diversos significados de las palabras ambiguas y comprender los aspectos
pragmáticos del lenguaje.
Las personas
de entornos lingüísticos y culturales diferentes piensan de forma diferente.
Las lenguas
estructuran la realidad de diferentes formas; asimismo, estas diferencias
lingüísticas son inconscientes e influyen en nuestra visión del mundo.
EL
DETERMINISMO LINGÜÍSTICO, LA FUERZA DE LAS PALABRAS PARA INFLUIR EN LOS
PROCESOS DE PENSAMIENTO.
Las
distinciones gramaticales influyen no solo en la forma de pensar de las
personas, sino también en su visión general del mundo.
La forma de
representación de los números en una lengua influye en el pensamiento
matemático. La lengua que aprende una persona desempeña un papel importante en
su educación matemática.
Los primeros
significados léxicos infantiles no son meras etiquetas para los conceptos
existentes ni se crean solo porque lo exige el lenguaje, sino que derivan de la
interacción entre el desarrollo cognitivo existente y las categorías semánticas
del lenguaje entrante.
Cuando un niño
aprende una lengua está experimentando una revolución cognitiva, está
aprendiendo a elaborar nuevos macroconceptos. Estos macroconceptos, que forman
parte de nuestro bagaje cultural, son precisamente la contribución del lenguaje
a nuestro pensamiento. El lenguaje invade nuestro pensamiento porque las
lenguas constituyen una buena forma de pensar.
Nuestra forma
de pensar en los objetos se ve influida por la asignación aparentemente
arbitraria del género masculino o femenino a un sustantivo en nuestra lengua
nativa.
La capacidad
de los niños de identificar correctamente su propio género se relaciona con los
efectos del género gramatical. Los niños en proceso de adquisición del hebreo,
otra lengua con un sistema de géneros gramatical, mostraban una ventaja
significativa, aunque temporal, sobre sus compañeros estadounidenses y
finlandeses en la adquisición de la identidad del género.
En el nivel
gramatical, las distinciones empleadas por una lengua pueden influir en la
facilidad con la cual un hablante adopta una determinada forma de pensar.
Ciertos modos de pensamiento pueden ser más fáciles de obtener o resultan más
naturales a los hablantes de algunas lenguas, si bien están fuera del alcance
de los hablantes de otras lenguas.
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