El hombre con su mundo destrozado- Alexander Luria
Dos ideas cruzan una y otra vez por mi cabeza: me digo constantemente que mi vida ha terminado, que no sirvo de nada a nadie, y que seguiré así hasta morir, cosa que sin duda no tardará mucho en ocurrir. Por otro lado, algo me insiste en que debo vivir, que el tiempo puede curarlo todo que quizá lo único que necesito es la medicina adecuada y tiempo suficiente para recuperarme. El cerebro parece ser uniforme y monótono, pero es el producto más elevado de la evolución. Recibe, elabora y conserva información, organiza programas de conducta y regula su ejecución. Una lesión de los sectores anteriores del cerebro hace que la persona carezca de posibilidades de evaluar sus deficiencias y corregirlas. Ni siquiera le es posible concebir qué hará en el instante siguiente, y mucho menos en la hora o el día próximos. Por lo tanto, aunque su pasado permanece intacto, ha quedado despojado de posibilidades de un futuro, y pierde precisamente lo que hace que una persona sea un ser humano. ...